Skip to content

La Odontología y su impacto en la autoestima de los pacientes

Dra. Perla Cederbaum

Las cirugías estéticas volvieron a ser un tema en estas semanas en el Río de la Plata. Lamentablemente vinculados a un hecho trágico que revivió sobre la discusión sobre la imágen de las personas y los límites para su mejoramiento.

La autoestima y la salud bucal están relacionadas de manera significativa. La autoestima se refiere a la valoración y percepción que una persona tiene de sí misma, su autoimagen y autoconcepto. La salud bucal, que incluye la higiene oral, la apariencia de los dientes y las encías, y la capacidad de hablar y comer sin problemas, puede influir en la autoestima de varias maneras.

El ejemplo claro se puede ver dentro de nuestra propia casa, en 2016 RedDentis participó de un convenio dirigido a mejorar la salud bucal y fortalecer el ejercicio de los derechos laborales de mujeres en situación de violencia doméstica que consultan en los servicios de las ComunasMujer. En esa instancia una decena de mujeres víctimas de violencia doméstica que tenían afectada su boca, fueron atendidas y solucionadas varias de sus patologías. En esa instancia, varias de las odontólogas que participaron destacaron la devolución de muchas de las participantes, que expresaron una “mejora en su ánimo y ganas de salir adelante” a partir de “verse mejor”.

Así es que en este artículo hablaremos de la armonización facial, un procedimiento estético que tiene como objetivo mejorar y equilibrar la apariencia del rostro de una persona mediante una combinación de tratamientos no invasivos. Este enfoque busca realzar las características faciales naturales y proporcionar una apariencia más equilibrada y rejuvenecida sin recurrir a cirugía plástica.

En el siglo XXI la odontología a tomado una importancia relevante en la estética y armonización facial de los pacientes; complementando técnicas de tratamientos dentales (ortodoncia, rehabilitación, Implantes periodoncia, etc) con tratamientos que apuntan a los tejidos y músculos que involucran las estructuras de cara y cuello.

El uso de la Toxina Botulínica y el Ácido Hialurónico son los aliados imprescindibles para casos con diferentes asimetrías en la sonrisa y gestualidad generados por diferentes etiologías.

La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox (que es una marca comercial registrada), es una sustancia producida por la bacteria Clostridium botulinum. Se utiliza en medicina y cosmética para tratar una variedad de afecciones y para procedimientos estéticos.

El ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en el cuerpo humano, especialmente en la piel, los ojos y las articulaciones. Es una molécula de azúcar que tiene la capacidad única de retener grandes cantidades de agua, lo que le permite actuar como un lubricante y un amortiguador en estas áreas del cuerpo. El ácido hialurónico también desempeña un papel importante en la hidratación y la elasticidad de la piel.

En casos de parálisis facial por ejemplo, la función muscular desencadena diversas alteraciones funcionales, psicológicas, emocionales, estéticas y sociales. Existen múltiples causas y tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos para tratar el lado paralizado. Sin embargo, en pacientes con parálisis facial de larga evolución, en quienes el tratamiento quirúrgico ha generado mínimos beneficios o pacientes no candidatos a tratamientos quirúrgicos, el uso de toxina botulínica es una alternativa viable para tratar lado afectado cuando existen secuelas como sincinesias, hipertonía o espasmo hemifacial. En el lado no afectado también se utiliza para ocasionar simetría estética y funcional estática y dinámica.

La Toxina Botulínica permite trabajar sobre la musculatura que está comprometida en la expresión y así el paciente vuelve a sentirse más seguro y confiado cuando se expresa y la asimetría se disimula. Es un tratamiento seguro, sin complicaciones y con muy pocas contraindicaciones.

La armonización facial se realiza con el objetivo de obtener resultados naturales y proporcionados. Por lo tanto, es esencial que sea realizada por un profesional de la salud calificado y experimentado en estética facial. Antes de someterse a cualquier procedimiento de armonización facial, es importante tener una consulta con el profesional para discutir objetivos, expectativas y posibles riesgos. Además, los resultados pueden ser temporales, por lo que es posible que se requieran sesiones de mantenimiento periódicas para mantener la apariencia deseada.

Bibliografía: Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.58 no.4 Ciudad de México jul./ago. 2015

Published inNoticias